lunes, 16 de abril de 2007

Ingrid la malvada lesbiana

El fin de semana estuve viendo un clásico del cine italiano: "Roma, Ciudad abierta". La película es muy buena y conserva (a pesar de que fue estrenada en 1946) el impacto que debe haber tenido cuando se estrenó. La protagonista, Anna Magnani, es una mujer fuerte y fue, después de esa película, un ícono gay durante los 20 años siguientes, al punto que dos grandes directores gays, Passolini y Zeffirelli, le hicieron películas a su tamaño.
Pero bueno, volviendo a la película, si bien repito que es una muy buena película, tiene su costadito homofóbico...
La pelicula transcurre durante la ocupación alemana de Roma. Los fascistas gobernaron Italia desde la Marcha de Roma de 1922. Durante ese período la oposición fue silenciada (exilada, arrestada, confinada a pequeñas ciudades). Los únicos que pudieron seguir oponiéndose fueron los comunistas que tenían el apoyo de la Unión Soviética. Durante la Segunda Guerra, lograron hacer caer a Mussolinni (y colgarlo junto a su amante en 1943) pero los alemanes tomaron Roma y se mantuvieron gracias al apoyo de los fascistas que quedaban.
Bueno, en este contexto empieza la película, cuando un grupo de fascistas, comandado por los nazis, van a buscar a un alto dirigente comunista a su casa. Como los ve llegar, el dirigente se escapa por la terraza y se va a esconder a la casa de Pina (Anna Magnani) y Francesco. Ella tiene un hijo, está esperando otro y está organizando su boda para el día siguiente. Es ahí en donde, al día siguiente, van los fascistas a buscar al dirigente comunista y lo agarran junto con Francesco. Pina los corre cuando se los están llevando pero le disparan y la matan.
De todos modos, logran escaparse y se esconden en lo de Marina, una antigua novia del dirigente comunista. Pero resulta que la chica es drogadicta y su dealer es una de las dirigentes alemanas de la ocupación que aprovecha para tener relaciones con ella: Ingrid. Las relaciones entre las dos se sugieren: en un momento Ingrid la abraza y se miran las dos al espejo.
Para escapar de la miseria y por la droga, Marina denuncia a su ex novio y lo atrapan y lo torturan. Como agradecimiento por su ayuda Ingrid le da a Marina un sobretodo y la droga. En un momento, Marina pasa por donde están torturando, mira y ve a su ex novio muerto lo que la horroriza y se desmaya. Ingrid, sin inmutarse, retoma el sobretodo que tiene puesto Marina y dice que lo va a poder volver a usar.
Esta película es interesante porque fue hecha en 1946, justo del fin de la Guerra. En la película la imagen de la lesbiana es muy característica: es fría, malvada y no tiene hijos. Se contrapone a la figura de Pina, que es pasional, buena, católica, se quiere casar, es madre y heterosexual. Es interesnte esta contraposición porque considera al lesbianismo como un atentado a los pilares básicos de la sociedad, la maternidad y el matrimonio.
Hay una asociación entre enemigo político y enemigo sexual. La alemana es lesbiana, las italianas son heterosexuales. Si hay una mujer que se hace lesbiana solo es por la droga y por el dinero.
Además Ingrid es una mala-mala. No hay ninguna complejidad en el personaje, sino que es mala en todo lo que hace. Por un lado, se "aprovecha" de una mujer que le tiene miedo a la miseria (Marina) y que es drogadependiente. La necesidad de plata y droga la hace dependiente del enemigo que la maneja. El mensaje es bastante claro: si la mujer no se dedica al matrimonio y a la maternidad, cae en la infamia que la puede llevar a cooperar con el enemigo.
Pero, por otro lado, Ingrid, en la película, no es capaz de querer. Cuando Marina se desmaya, lo único que hace es recuperar el sobretodo que le había regalado y ni siquiera se preocupa por la chica.
Es interesante en síntesis esta asociación entre el enemigo político y la lesbiana que se caracteriza por no querer a nadie, por no tener religión ni querer tener hijos. Lo curioso de todo esto es que la imagen de la lesbiana es la que existía en la época sobre los hombres gays, los que se pensaban que explotaban la debilidad de los jóvenes pobres para saciar sus bajos instintos (por supuesto nada decía la sociedad de entonces sobre los hombres que saciaban sus bajo instintos en las prostitutas que tenían hambre).
Es bueno tomar en cuenta este tipo de expresiones porque muchas de las imágenes que vehiculan todavía están flotando en el aire y son contra ellas contra las que hay que luchar.

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