viernes, 8 de junio de 2007

Dos historias victorianas

El otro día vi una película de 1984 llamada "Otro país" (Another Country). Es la historia de un chico de unos 17 años en una escuela inglesa de los años 30 (resabios de la época victoriana).
En la escuela, mientras todos están en el patio cantando una canción patriótica, un profesor encuentra a dos chicos en el vestuario. Unos días después, uno de ellos, ante el escándalo, se suicida y la escuela hace lo imposible para que no se sepa.
Esto afecta mucho al protagonista que es gay y que tuvo un par de relaciones con algunos de sus compañeros. Su ambición es llegar a ser director de la casa en la que está (los ingleses tienen esa mala costumbre de dividir a los alumnos de las grandes escuelas en 4 casas que compiten entre sí: el famoso divide y reinarás ya que al competir, los propios compañeros son los que se encargan de mantener el orde. Los más viejos son los que pueden dirigir la casa).
Al mismo tiempo, conoce a un chico de su edad de otra casa, con el que tiene relaciones (bahh caricias robadas a la noche).
Su único amigo es un alumno que se la pasa leyendo a Marx.
Estos dos chicos son parias para el resto: uno por gay y el otro por rojo, por eso se llevan bien entre los dos. Pero, a su vez, son odiados por los directores de la casa, sobre todo uno, el malo, que decide hacerle la vida imposible y descubre su relación homosexual y lo desenmascara con el resto de sus compañeros, impidéndole ser director de la casa al año siguiente.
El pobre chico, lleno de furia, se da cuenta de que nunca va a poder llegar a lo alto en la carrera diplomática que ambiciona porque se lo van a impedir por gay. Decide entonces hacerse espía de los rusos.
La película termina cuando, en los años 80, este tipo es viejo y vive en Rusia después de haber traicionado a su país.
La película es más o menos. Plentea el viejo tema bien homofóbico de la traición gay, la idea de que los gay pueden ser traidores porque son gays. Pero lo plantea desde otra perspectiva, desde la idea de que lo son porque son marginados y es una venganza sobre la sociedad que los condena a los puestos subalternos y utiliza la sexualidad como forma de poner obstáculos al ascenso social.
La verdad, después de ver la película, me queda la duda si es a favor de los gays o en contra. Por un lado, denuncia la homofobia, pero por el otro no deja de resaltar el esteriotipo del gay traidor que tanto se usó/usa.
La otra historia victoriana es Maurice, una novela de E. P. Foster, autor inglés de fines de la época victoriana, que cuenta la historia de Maurice, un joven que se da cuenta de que es gay en la sociedad victoriana. La historia es el proceso de aceptación de ese chico de su sexualidad y el encuentro con un amor verdadero. Es un libro bastante romanticón, pero es lindo. Es una especie de telenovela gay.
Lo bueno de este libro es que da una imagen linda de la homosexulidad.
Lo malo es que su autor, a pesar de que todos sabían que era gay, no publicó la novela en vida y solo se publicó en los años 70 (sí, leyeron bien, en los años 70) cuanto Foster ya estaba muerto. Si encuentro los párrafos lindos del libro, los copio.
Enfin, muestra que la vida gay y la sociedad victoriana da para bastante.